Cerro Tololo celebra aniversario de NOIRLab con una romántica rosa cósmica

Cerro Tololo celebra aniversario de NOIRLab con una romántica rosa cósmica

October 1, 2024

La Cámara de Energía Oscura, instalada en el emblemático observatorio que se encuentra en Chile, ofrece una hermosa y detallada imagen de la resplandeciente Nebulosa Roseta y el cúmulo de estrellas que producen su particular colorido.

Cerro Tololo celebra aniversario de NOIRLab con una romántica rosa cósmica

Entre los ardientes pétalos de la Nebulosa Roseta se encuentra el joven cúmulo estelar NGC 2244, cuyas estrellas alimentan la nebulosa iluminándola con vibrantes tonos de rojo, oro y púrpura, junto con opacas torres de polvo que se elevan desde las ondulantes nubes que rodean su núcleo. Esta imagen, captada por la Cámara de Energía Oscura de 570 megapíxeles, se publica para celebrar el quinto aniversario de NOIRLab.

A unos 5.000 años luz de distancia, la Nebulosa Roseta parece estar floreciendo en pleno medio interestelar. Cada detalle de esta flor cósmica, desde su brillante cavidad central hasta sus filamentos, fue registrado en esta imagen por la Cámara de Energía Oscura (DECam) de 570 megapíxeles que fabricó el Departamento de Energía de Estados Unidos, y que actualmente se encuentra montada en el Telescopio Víctor M. Blanco de 4 metros de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, en el Observatorio Interamericano Cerro Tololo en Chile, un programa de NOIRLab de NSF.

Ubicada en la constelación de Monoceros (el Unicornio), la Nebulosa Roseta abarca 1,3 grados de cielo, aproximadamente el ancho de un dedo índice con el brazo extendido. A modo de comparación, la conocida Nebulosa de Orion, ubicada en la constelación del mismo nombre justo debajo de las Tres Marías, abarca un grado de cielo. Aunque la Nebulosa Roseta tiene un diámetro de 130 años luz (más de cinco veces más grande que la de Orión), sus tamaños aparentes son similares porque la primera está cuatro veces más lejos.

Tan relevante como los “pétalos” de la nebulosa es la llamativa ausencia de gas en su centro. Las responsables de excavar este núcleo hueco son las estrellas más masivas de NGC 2244, el cúmulo estelar abierto alimentado por la nebulosa. Este cúmulo nació hace unos dos millones de años después de que los gases de la nebulosa se fusionaran en grumos que se unieron por su gravedad mutua. Con el tiempo, algunos de estos grumos se convirtieron en estrellas masivas que producen vientos estelares con la potencia suficiente para perforar un agujero en el corazón de la nebulosa.

Las estrellas masivas de NGC 2244 también emiten radiación ultravioleta, que ilumina la nebulosa con una gama de colores brillantes producto de un proceso de ionización del gas de hidrógeno circundante e. Las ondulantes nubes rojas son regiones de emisión H-alpha, resultantes de átomos de hidrógeno altamente energizados que emiten luz roja, es decir una especie de firma de la luz que emite el hidrógeno cuando sus electrones cambian de nivel. A lo largo de las paredes de la cavidad central, más cerca de las estrellas centrales masivas, la radiación tiene energía suficiente para ionizar un átomo más pesado como el oxígeno, que brilla en tonos dorados y amarillos. Por último, a lo largo de los bordes de los pétalos de la flor hay tenues ramales de color rosa intenso que brillan por la luz emitida por el silicio ionizado.

Las características brillantes y resplandecientes de la Nebulosa Roseta son ciertamente sorprendentes, pero sus rasgos oscuros y sombríos también llaman la atención. Alrededor de su núcleo excavado hay una cadena de nubes oscuras conocidas como “trompas de elefante”, llamadas así por sus pilares en forma de trompa. Estas opacas estructuras que contienen polvo que las oscurece bordean la capa caliente de hidrógeno ionizado y el entorno circundante de hidrógeno más frío. A medida que la capa se expande hacia afuera, se encuentra con gas frío y grumoso que resiste su empuje. Esto crea las largas y extendidas trompas que apuntan como dedos hacia el cúmulo central.

Una de estas características oscuras es la Llave Inglesa (conocida como Wrench Trunk en inglés), cuya cabeza en forma de garra se ve hacia la esquina superior derecha del cúmulo central. A diferencia de los troncos prototípicos de los Pilares de la Creación que se yerguen como columnas rectas, el “mango” de la Llave tiene una inusual forma en espiral que traza el campo magnético de la nebulosa.

Menos obvias pero igualmente interesantes son los globulitos oscuros. A veces redondos y a veces con forma de lágrima, estas diminutas manchas de polvo son más pequeñas que los glóbulos más conocidos, tan solo unas pocas veces más masivas que Júpiter. Se puede ver una hilera de ellas cerca del Tronco de la Llave, pero hay cientos más que salpican toda la Nebulosa Roseta. Estos globulitos pueden albergar enanas marrones y planetas en su interior.

Como todas las rosas, la Nebulosa Roseta no durará eternamente, pues las mismas estrellas que la originaron también provocarán su muerte. En aproximadamente 10 millones de años, la radiación de las estrellas jóvenes y calientes del cúmulo NGC 2244 habrá disipado la nebulosa. Para entonces, la Roseta ya no existirá y sus estrellas masivas se habrán quedado sin su nube madre.

Esta enorme imagen de 377 megapíxeles se publica para celebrar el quinto aniversario de NOIRLab. El 1 de octubre de 2019, los cinco programas de NOIRLab (el Observatorio Interamericano de Cerro Tololo, el Centro de Datos para la Comunidad Científica, el Observatorio Internacional Gemini, el Observatorio Nacional Kitt Peak y el Observatorio Vera C. Rubin) se unieron en una sola organización. En los años transcurridos desde entonces, los telescopios de clase mundial de NOIRLab han contribuido a una gran cantidad de descubrimientos e innumerables comunicados de prensa, y han producido una impresionante colección de asombrosas imágenes astronómicas que muestran nuestro diverso y colorido Universo.

Más Información

NOIRLab de NSF (Laboratorio Nacional de Investigación en Astronomía Óptica-Infrarroja de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos), el centro de EE.UU. para la astronomía óptica-infrarroja terrestre, opera el Observatorio Internacional Gemini (una instalación de NSF, NRC–Canada, ANID–Chile, MCTIC–Brasil, MINCyT–Argentina y KASI – República de Corea), el Observatorio Nacional Kitt Peak (KPNO), el Observatorio Cerro Tololo (CTIO), el Centro de Datos para la Comunidad Científica (CSDC) y el Observatorio Vera C. Rubin (operado en cooperación con el National Accelerator Laboratory (SLAC) del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE). Está administrado por la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA) en virtud de un acuerdo de cooperación con NSF y tiene su sede central en Tucson, Arizona. La comunidad astronómica tiene el honor de tener la oportunidad de realizar investigaciones astronómicas en I’oligam Du’ag (Kitt Peak) en Arizona, en Maunakea, en Hawai‘i, y en Cerro Tololo y Cerro Pachón en Chile. Reconocemos y apreciamos el importante rol cultural y la veneración que estos sitios tienen para la Nación Tohono O’odham, para la comunidad nativa de Hawai‘i y para las comunidades locales en Chile, respectivamente.

Este comunicado de prensa fue traducido por Yasmine Atenas.

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Josie Fenske

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Jr. Public Information Officer

NSF NOIRLab